Clutch Earth Rocker-1

¿Precipitado? Es posible, pero Clutch han grabado su mejor álbum desde su homónimo del 95.

Los de Maryland cumplen diez álbumes de estudio, y lo celebran de la mejor manera que podrían hacerlo, regalándonos uno de los discos del año. Para ser sincero, las obras grabadas por Fallon y compañía durante el presente siglo han distado bastante de ser obras maestras. Ese juego entre la experimentación, las jams y el boogie rock más eléctrico, no ha garantizado la edición de discos redondos. Sin embargo, ha sido hacer sonar “Earth Rocker” y mi cabeza ha volado por los aires. La esputación lírica a cargo de Fallon en clave Biafra del tema que da título a esta obra, y que rompe el silencio musical de la banda durante estos últimos cuatro años, es poco menos que la reinvención del rock eléctrico del siglo XXI. De hecho, siento que así debería sonar el rock americano en pleno 2013.

Pero no nos desviemos de lo importante. ¿Qué tiene el décimo álbum de estudio de Clutch de especial? Pues que contiene ROCK con letras mayúsculas, tan simple como eso, sin pretensiones, sin efectos, tan solo la suma de cuatro inseparables almas que han trabajado duro durante casi un cuarto de siglo. Hay que quitarse el sombrero. Los astros se han alineado, ajustado los elementos, replicado la energía original, tamizando su sonido a través de las diferentes vertientes de las que son maestros, y consiguiendo una colección de temas que van desde la amenazante “Crucial Velocity” a la bluesy y poética “Gone Cold”, con la que no puedes evitar rememorar aquella bella “Planet Caravan” grabada por Phil Anselmo y sus Pantera. Mágica. La voz de Neil Fallon se añeja de tal manera, que lo sitúa como uno de los mejores intérpretes de nuestros tiempos. No están de más los elogios, pues “Earth Rocker” es grande, volcánico, orgánico, perfectamente estructurado, con una producción excelente, y armado hasta los dientes con temas que harán las delicias del directo de la banda.

Por otro lado, y exceptuando los dos últimos temas del disco, la duración de las canciones muestra una media que no llega los cuatro minutos, lo cual facilita la ingesta de estos 11 temas que se agotan en un suspiro. Y después quieres más. Mucho más. Destacar la labor de Tim Sult, creador de maravillosos riffs y de adictivos punteos, como en el caso de la acojonante “The Face”, uno de los mejores temas del disco. Otra de las maravillas contenidas en este discazo son los cinco minutos de “Oh, Isabella”, en los que Clutch enlazan su agresividad con unas melodías vocales que convierten su arte en clásico, eterno, pero sobre todo en sinceridad apabullante y explosiva.

Una tremenda enormidad.

Clutch Earth Rocker-2

Comentarios