Discográfica: Columbia.
Publicación: Febrero 1967. Grabado en los Columbia Studios de Hollywood.
Producción: Gary Usher.

Personal:
Jim McGuinn – Voz solista, guitarra de 12 cuerdas.
David Crosby – Voz solista, guitarra rítmica.
Chris Hillman – Voz solista, bajo.
Michael Clarke – Batería.

Personal adicional – Hugh Masekela (trompeta en «So You Want to be a Rock’n’Roll Star»), Vern Gosdin (guitarra acústica), Clarence White (guitarra eléctrica).

1. So You Want to be a Rock’n’Roll Star (McGuinn/Hillman) – 2:05
2. Have You Seen Her Face (Hillman) – 2:40
3. C.T.A.-102 (McGuinn/Hippard) – 2:28
4. Renaissance Fair (Crosby/McGuinn) – 1:51
5. Time Between (Hillman) – 1:53
6. Everybody’s Been Burned (Crosby) – 3:05
7. Thoughts and Words (Hillman) – 2:56
8. Mind Gardens (Crosby) – 3:46
9. My Back Pages (Dylan) – 3:08
10. The Girl With No Name (Hillman) – 1:50
11. Why (McGuinn/Crosby) – 2:45

Personalmente creo que me toca desgranar el mejor disco de los Byrds y uno de los puntales de la música de los 60 en toda su extensión, ni folk-rock, ni pop, country-rock, ni ostias. Es un compendio de géneros elaborado con la delicadeza y la dedicación de un jodido artesano. No merece etiquetación, merece pleitesía. Disco que, por otra parte, no tuvo el reconocimiento (ni las ventas, nº 24 en las listas USA) que en su momento precisó tal joya. Estamos en 1967 y no se debe obviar la avalancha de LP’s de ese mágico año: Sgt. Pepper’s de los Beatles, el Surrealistic Pillow de los Jefferson Airplane, The Doorsde los Doors y el Are You Experienced de la Jimi Hendrix Experience.

Dicho esto, pongámonos en antecedentes: marcha de Clark un año antes, la banda se crece ante las adversidades: sin compositor principal asumen las riendas compositivas McGuinn y un sorprendente Hillman (el inseparable escudero de Gram Parsons). Hillman, ese músico afano y reservado desde el temprano suicidio de su padre, decidía al fin ofrecer temas propios más allá de arreglos a temas ajenos; un personaje tapado, que comenzó a apuntar en los Byrds lo que finalmente fue: uno de los arquitectos del country-rock. La irrupción de los californianos como cuarteto no apartó las disputas internas, sin embargo, sí sacó a relucir la capacidad compositiva de estos cuatro talentos: pinceladas de psicoledia a unos temas marcadamente pop, además del ya persistente folk americano y un incipiente aroma a los sonidos salvajes del Sur. Composiciones que vamos a desgranar a continuación:

1- El LP se inicia con “So You Wanna Be a Rock’n’Roll Star”, esa ácida crítica a los grupos de rock prefabricados desde la industria (¿The Monkees?), surgida después de diversas presiones discográficas a la banda sobre el rumbo que debían tomar. Con arreglos del trompetista sudafricano Hugh Masekela, que le da un aire único al tema, y los atronadores gritos pregrabados de los fans durante la gira británica de 1965 a modo de cierre, Hillman y McGhinn articulan uno de sus hits más legendarios. Versioneado, entre otros, por Tom Petty o Patti Smith.

2- Sin bajar un ápice el nivel, llega “Have You Seen Her Face”, otra temazo con unos deliciosas melodías pop, tanto instrumental como vocalmente, a cargo del emergente Hillman como compositor y primera voz. La escuchas una vez y es grande, a la segunda se hace enorme, pero con el paso de las escuchas te das cuenta de que es el producto tallado de un orfebre. Grande Hillman, me cago en tu puta calavera.

3- El tercer corte («C.T.A.-102«) sigue los derroteros pop del anterior tema, pero se desmarca por las inmersiones del mismo en el campo del naciente space-rock y de la fascinación de McGuinn por el campo de la astrología. El tema se trunca bruscamente para dar lugar a la disertación de dos aliens sobre aspectos para nosotros desconocidos. En realidad se trata de la conversación de dos personas con voz distorsionada y superponiéndolas a distintas velocidades.

4- Con “Renaissance Fair” aparece por primera vez Crosby a cargo del campo compositivo junto a los arreglos guitarreros y vocales de McGuinn. Destacar también el bajo de Hillman arropando toda la base rítmica del corte. Imágenes oníricas y plásticas para un una letra llena de lirismo.

5- Vuelve Hillman a la carga. “Time Between” es el primer tema escrito en exclusiva por el futuro burrito-brother. Personalmente es de mis temas favoritos: con el metraje justo, las melodías vocales sincronizadas a la perfección con los devaneos guitarreros y ese regusto country que aporta la nota de distinción a la cadencia pop que había tomado el album.

6- “Everybody’s Been Burned” es otro de los pilares de este disco. No creo que haya demasiados adjetivos para describirla: absorbente, enigmática, envolvente, relajante, atmosférica… Cualquier paliativo se queda corto. Es importante destacar este tema por dos circunstancias: es el último tema que Crosby compondrá en exclusiva para los Byrds y es un tema que definirá su estilo personal. La sonoridad es pura experimentación de lo que luego articulará en los fundamentales Crosby, Stills, Nash (and Young). Al parecer era un tema que David había escrito incluso antes de entrar a formar parte de los Byrds, a finales de los 50. En todo caso, la modulación vocal alcanza aquí la excelencia, en ocasiones parece hasta un registro femenino. Imprescindible.

7- La verdad es que es saltar de una obra maestra a otra. Bien, pasamos del folk-pop del anterior tema a la magnificencia de la influencia psicodélica en “Thoughts and Words”. Y es que Hillman no sólo se dedica al fomento y la exploración del country. Sino a otro tipo de exploraciones, a poder ser viajando a lomos del LSD. Podría ser un tema pop influenciado por la British Invasion, pero tanto la sonoridad psicodélica, como la forma de tocar la guitarra de McGhinn provocan que estos arreglos lo hagan único. En algunos pasajes del tema parece sonar un sitar, pero nada más lejos de la realidad: se trata de McGuinn haciendo sonar a su Rickenbaker de 12 cuerdas como el instrumento indio. ¿Cómo? Tocándola al revés.

8- El tema que firma Crosby, “Mind Gardens”, es el más discutido del disco. Se le ha acusado de barroquismo y de ser excesivo. Sin duda es un tema especial, tanto por la letra (no controlo demasiado inglés, pero al parecer juega con los símiles, giros léxicos y demás) como por la sonoridad (12 guitarras sonando a la vez en distintas sonoridades, algunas incluso estridentes). En su tiempo, como dijo el propio Crosby, no se entendió. Con la posibilidad y la tranquilidad de análisis que dan cuatro décadas de diferencia, a mí me parece un tema sensacional.

9- “My Back Pages” es la ‘obligada’ versión de Dylan. Fue una petición personal del manager Jim Dickson. No se trata de una deconstrucción del tema, sino que se mantiene la entidad original del mismo. Eso sí, tanto el juego de las guitarras como las melodías vocales dan otra dimensión a la canción.

10- Llegamos a la recta final del disco. Y llegamos también a otro de mis temas favoritos, por no decir el que más: “The Girl With No Name”. Comparativamente no llega a la altura de otros comentados anteriormente, pero esa forma de abordar el country que tiene Hillman es única. Y la chica sí tenía nombre, una mozuela por la que Hillman suspiraba: Girl Freiberg. Qué bonito.

11- Y como cierre tenemos a “Why”. Excepcional tema que se encontraba como cara-B del single “Eight Miles High”, justamente recuperado tras la insistencia de David Crosby y regrabado para la ocasión. Cuántos albumes habrán siquiera soñado con cerrar de una forma tan redonda. Percute en las fórmulas que hicieron únicos a los Byrds y marcaron su seña de identidad.

Sí señores, así se cierra un disco, pero no la historia de un grupo: tras el album vendrán más singles (“Lady Garden”), su aparición en la meca que supuso la irrupción del hippismo: el festival de Monterrey, la marcha de Crosby y otro excelente LP, “Notorius Byrds Brothers”, que cerraría la época dorada del grupo.

Culmen compositivo, inspiración plena y capacidad para sobreponerse a las adversidades. Younger Than Yesterday supone un punto de inflexión en su carrera y uno de los discos de la década.

http://www.foroazkenarock.com/t4868p60-the-byrds#340598

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