Ya hemos cruzado el ecuador de los 90s: el rock alternativo que ha definido la revolución en la música de la nueva década ha alcanzado su cenit artístico y comercial y empieza a mostrar las primeras señales de fatiga, antesala de su prematura agonía. Los caídos se cuentan a docenas por el camino, los vencedores comienzan a verle las orejas al lobo… y nuestros protagonistas, que en eso de evolucionar sin perder un ápice de personalidad lo llevan bastante bien, optan por continuar conduciendo por su propia carretera, haciendo relativo balance de la aventura tras tres lustros de vida conjunta.

Dos años atrás, con el fallecimiento del viejo Kurt todavía caliente, R.E.M. electrificaron notablemente su propuesta con un álbum, Monster, que les desmarcaba de la cara -más amable y accesible- mostrada en Out of Time y el magistral Automatic for the People. La apuesta, aparte de revitalizar y energizar su sonido, les abrió las puertas a una generación más joven que, quizás por mera pereza, sólo asociaba a Stipe y compañía a baladas como «Everybody Hurts…» o himnos comerciales del calibre de «Losing My Religion» o «Shinny Happy People». A fin de capturar esa renovada fuerza, R.E.M. decidieron llevarse de gira varios ocho-pistas para registrar algunas de sus actuaciones y pruebas de sonido. El resultado no podía haber resultado más inspirador: al terminar su tour norteamericano, la banda tenía en su poder un magnífico material sobre el que poder trabajar en su siguiente trabajo de estudio. Y vaya si lo hicieron…

New Adventures in Hi-Fi podría definirse como «el disco de viaje de R.E.M.», un viaje que comenzó en 1980 y al que todavía le quedaban muchas millas por recorrer (a pesar de que uno de sus miembros, el batería Peter Buck, se encontraría a punto de apearse a la fuerza en el camino). En dicho recorrido, como el ‘work-in-progress’ de una banda que cerraba (inconscientemente) una etapa, R.E.M. reunían algunas de sus mejores -y más próximas en el tiempo- facetas: desde el espíritu de country rock acústico heredado de los exitosos Out Of Time y Automatic for the People a los sonidos más contundentes de Monster, la audacia juguetona de Document y Green o la críptica lírica de la que hicieron gala en sus primeros plásticos.

Y es que en New Adventures… hay de todo y para todos: oscuras melodías de una belleza escalofriante («E-Bow The Letter», donde la incomparable Patti Smith arropa a los de Athens), energéticos trallazos de segunda juventud («Wake Up Bomb», «Departure», «So Fast So Numb»), singles agridulces e irrebatibles («Bittersweet Me», «Electrolite»), instrumentales marca de la casa (la cálida «Zither»), sarcásticos puyazos cantados en voz baja («How The West Was Won And Where It Got Us», «New Test Leper»), gemas ocultas («Be Mine», «Low Desert»), épicos experimentos (la muy machacona «Leave»)… R.E.M. fotografiaban su propio movimiento -una evolución artística que había ido creciendo exponencialmente a través de los años- y firmaban un inolvidable colección de postales evocadoras de tamaña travesía, preparándonos para un futuro todavía incierto: la baja de Berry poco tiempo después, contra todo pronóstico (o no), significó un punto de inflexión en la carrera del combo, que acabaría por perder -notablemente- el agarre de un timón sobre el que hasta el momento habían mantenido un pulso envidiable. Pero, como suele decirse, esa es otra historia.

http://www.foroazkenarock.com/t30912p740-el-megapost-de-rem#2259478

Comentarios