Sweetheart of the Rodeo (1968)

Cafe con leche y Sweetheart of the Rodeo sonando en la tranquilidad de una mañana de domingo.

Sin más documentación que los apuntes que pueda encontrar en mi ya cada vez menos fiable memoria y alguna consulta a la wiki, con más cariño que rigor, voy a dejar unos comentarios sobre este disco de byrds, en los que esta maravillosa banda, se vuelve a reinventar una vez más.

No exagero si digo que cuando ahora escuchamos a Ryan Adams, o a Steve Earle o a ese joven Tweedy de los Uncle Tupelo, a Jayhawks, o los American Recording de Johnny Cash; nos parece lo más normal del mundo, ese country rock o americana con esos toques de ambos estilos que tan bien parecen llevarse.

Pero en 1968, las cosas no eran así, y la procedencia de ambas músicas –country y rock- era bien distinta, y quizá es en este disco dónde si no forman pareja por primera vez, si es cuando lo hacen con tal maestría, que Sweetheart of The Rodeo será el precedente y el lugar dónde miren y han mirado, cualquiera que ha dirigido su música por estos derroteros.

La idea inicial del disco era más amplia, un compendio, una obra magna, que recogiese toda la tradición americana desde los orígenes del country traumatizados por el rock. En el camino se queda el proyecto, para terminar siendo un puñado de temas –la mayoría versiones- de una belleza encomiable, en el para mi mejor disco de country rock que ha parido la música.

De la vieja lucha de egos en los byrds, ya sólo nos quedan Roger McGuinn y Chris Hillman, y entra en la formación un joven Gram Parsons, que poco durará en la banda, y cuya presencia en este disco fue mutilada cruelmente por McGuinn, con marcha de Hillman y el propio Parsons para fundar los flying burrito brothers , pero eso ya es otra historia.

1.- You Ain’t Going Nowhere.

Arranca el disco con una versión de dylan y canción que es la biblia del country rock a mi parecer. Mil veces versioneada, recuerdo con cariño ese final de concierto, en una pequeña sala de Madrid, dónde la hermana de Earle y su marido, nos deleitaron con esta versión. Curtis Loewe estaría pensando en Dylan. Pero yo pensaba en los Byrds.

Tantas veces interpretada y por tantos artistas, me ha apetecido dejar aquí la versión de mis queridos sadies, con Louris (jayhawks) de invitado.

2.- I Am a Pilgrim.

Este segundo tema es un clásico tradicional de bluegrass, arreglado por McGuinn y Hillman y con voz de este último.
Me gusta pensar que deciden incluirla después de ver esta actuación: cash, june y pete.

3.- The Christian Life.

Versión de los hermanos Louvin, de gran belleza, pero que se queda en la mitad de la mitad cantada por McGuinn con respecto a la grabación primera con Parsons en la voz.

Y esta es la cruel historia de este disco, que muchos conoceréis, y a la que este tema me da juego para comentar.
Las voces solistas de Parsons se fueron a tomar por culo, y se regrabaron las canciones con la voz de McGuinn.

¿por qué? Yo siempre pensé que era un tema de envidias y celos, algo habitual en los byrds, que siempre ha sido un corral con demasiados gallos –y de ahí quizá su grandeza-, pero hay quién mantiene que el motivo fue otro, una prohibición legal por un contrato con otra discográfica que tenía firmado Parsons.

Fuese el motivo que fuese, el disco se edita sin la voz de Parsons.
Si este disco es perfecto ¿Cómo habría sido con la voz de Gram Parsons? Los bonus y extra tracks, dónde se recogen tomas de las sesiones tal y como iban a ser grabadas en un principio nos hacen darnos cuenta que por un motivo u otro, se capó el que hubiera sido –sino lo es pese a su mutilación- el mejor disco country rock de la historia de la música.

4.- You Don’t Miss Your Water.

Tema que al parecer elige Parsons, es una versión country de un tema soul de William Bell.

5.- You’re Still On My Mind

Ahora la version es de Luke McDaniel y otra vez, ni color entre las tomas en que canta Parsons, y la versión final publicada.
De hecho siempre la he visto como un tema de Parsons, pese a no ser original suyo, quizá por haberla escuchado miles de veces a cargo de Fliyng Burrito.

6- Pretty Boy Floyd

Un tema de Woody Guthrie con bajos, steels, mandolinas … preciosa.

7 y 8.- Hickory Wind» y «One Hundred Years from Now.

Los dos temas que firma Parsons, y el momento álgido del álbum. Se me enrojecen los ojos de pensar lo que podría haber sido esta banda con Gram, Hillman y McGuinn sacando disco tras disco, ese lo que pudo haber sido y no fue.

Si digo que One Hundred Years from Now es una de las canciones de mi vida no miento. Si digo que es el mejor tema que compuso Parsons tampoco.

Y en lo referente a la influencia de este disco en la música actual, no puede haber mejor muestra que la versión a cargo de Wilco.

9.- Blue Canadian Rockies.

Segundo tema que canta Hillman, se trata de una versión de Cindy Walker.

10.- Life in Prison.

Y en este repaso a la historia de las raíces de la música americana, no podía faltar Merle Haggard.

11.- Nothing Was Delivered.

Y McGuinn que no deja de estar obsesionado con la figura de Dylan, si abre el disco con él lo vuelve a cerrar con otro tema de las basement tapes.

Y por polemizar un poco, diré que los byrds como casi siempre, superan cualquier grabación original de Dylan. Curtis jódete si lees esto, y haber hecho tu los comentarios al disco.

Para terminar decir que es IMPRESCINDIBLE tener la grabación de este disco con los bonus de temas cantados por Parsons.

Espero con impaciencia vuestros cometarios al disco.

Gracias a todos por este pequeño homenaje a los byrds.

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The Notorious Byrd Brothers (1968)

Con The Notorious Byrd Brothers los Byrds consiguen el equilibrio perfecto entre el pop psicodélico y el folk-rock de la primera etapa y la vertiente más country que seguirían a partir de entonces. Por otro lado, la magnífica producción de Gary Usher que incluye diversos arreglos orquestales(en ese sentido trataba de dar respuesta al Sgt. Peppers que acababa de publicarse) consigue dar al disco una cohesión sonora perfecta.
La portada también tiene su historia: en la cuarta ventana en la que debería aparecer Crosby, aparece la cabeza de un caballo, sin duda una forma de vengarse McGuinn con Crosby. Y es que durante las primeras sesiones de grabación, Crosby es expulsado del grupo ya que se negaba a grabar una versión que iba a salir como single(Goin’ back, compuesta por Gerry Goffin y Carole King) y tampoco estaba dispuesto a aceptar que Triad se quedase fuera del disco(una canción suya que hablaba de un menage a trois y que luego sería grabada por Jefferson Airplane para Crown of creation). Aun así, varios de los temas compuestos por él terminarían apareciendo en el disco.
Por si esto fuera poco, algo después Michael Clarke también abandonaba el grupo descontento con el material que habían elegido McGuinn y Hillman para el disco, ocupando su puesto a la batería un músico de sesión, Jim Gordon. También participaron en la grabación Clarence White y Red Rhodes que principalmente aportaron el toque country a las guitarras, Paul Beaver al moog y los apoyos vocales de Curt Boettcher.
Artificial energy abre el disco y aborda de nuevo la cuestión de las drogas, en este caso el problema del uso de anfetaminas. A lo largo de la canción destaca una magnífica sección de trompetas y las líneas de bajo de Hillman, y es lo último que grabaría Clarke a la batería antes de dejar la banda.
Goin’ back ya he comentado que es la que provocó la marcha de Crosby y es una balada sobre la pérdida de la inocencia que había sido un éxito en Inglaterra cantada por Dusty Springfield, aunque aquí los Byrds la adaptan a su estilo y en cierta forma anticipa el country-pop californiano de corte comercial que triunfaría unos años más tarde.
Natural harmony entronca con la psicodelia de Fifth dimension gracias a esas voces filtradas y el uso del sintetizador que acompaña a algunas de las estrofas.
Draft morning es una canción en contra de la guerra de Vietnam compuesta por Crosby, aunque McGuinn y Hillman también se atribuyeron la autoría. Fabulosas armonías vocales sobre los arpegios de la guitarra de McGuinn y una parte intermedia en la que Gary Usher introduce algunos efectos sonoros similares a los que utilizaba con su propio grupo, Saggitarius.
Wasn’t born to follow es otra versión de Carole King en la que se plantea la opción de rechazar las convenciones sociales y lanzarse a la carretera, y que posteriormente sería incluída en la banda sonora de Easy rider. Las guitarras entrelazadas de aire country pasadas por efectos de phasers anticipan lo que sería Sweetheart of the rodeo.
Get to you es una melodía preciosa con McGuinn cantando como nunca en primer plano y los arreglos de cuerda son tremendos también.
Change is now mantiene las partes de voz cantadas por Crosby y hay un duelo de guitarras ácidas en la parte central. Sin duda otro de los mejores temas del disco.
Old John Robertson había aparecido anteriormente como single y tiene un trabajo fenomenal a la steel de Clarence White.
Tribal gathering está coescrita por Crosby y Hillman y es otra joya absoluta, pasando sin problemas del estilo típico de los Byrds a un riff casi heavy, presagiando el sonido más duro de discos posteriores como Dr. Byrds & Mr. Hyde.
Dolphin’s smile en la que McGuinn gracias a los efectos que utiliza con la guitarra consigue imitar los sonidos de los delfines y esas voces otra vez son de quitarse el sombrero.
Space odissey cierra el disco y está basada en el relato corto de Arthur C.Clarke que también inspiró la película de Kubrick. Recuerda a alguna balada de folk británica, aunque el tratamiento a través de guitarras con fuzz y el uso del sintetizador no le pegan en absoluto. Para mí lo más flojo del disco con diferencia.
Los bonus que incluye la reedición son Moog raga(un capricho que se marca McGuinn con el sintetizador bastante insustancial), Bound to fall(un instrumental de Mike Brewer que Hillman recuperaría más tarde para el disco homónimo de Manassas), la ya comentada y polémica Triad, una toma alternativa de Goin’ back sin arreglos orquestales y con las voz en primer plano, una versión de Draft morning con un final diferente a la oficial, y otra versión instrumental de Change is now que aparece con el título de Universal mind recorder. Como bonus oculto, un extracto de las sesiones de grabación en las que se escucha como Clarke y McGuinn mantienen una fuerte discusión.

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Younger Than Yesterday (1967)

Discográfica: Columbia.
Publicación: Febrero 1967. Grabado en los Columbia Studios de Hollywood.
Producción: Gary Usher.

Personal:
Jim McGuinn – Voz solista, guitarra de 12 cuerdas.
David Crosby – Voz solista, guitarra rítmica.
Chris Hillman – Voz solista, bajo.
Michael Clarke – Batería.

Personal adicional – Hugh Masekela (trompeta en «So You Want to be a Rock’n’Roll Star»), Vern Gosdin (guitarra acústica), Clarence White (guitarra eléctrica).

1. So You Want to be a Rock’n’Roll Star (McGuinn/Hillman) – 2:05
2. Have You Seen Her Face (Hillman) – 2:40
3. C.T.A.-102 (McGuinn/Hippard) – 2:28
4. Renaissance Fair (Crosby/McGuinn) – 1:51
5. Time Between (Hillman) – 1:53
6. Everybody’s Been Burned (Crosby) – 3:05
7. Thoughts and Words (Hillman) – 2:56
8. Mind Gardens (Crosby) – 3:46
9. My Back Pages (Dylan) – 3:08
10. The Girl With No Name (Hillman) – 1:50
11. Why (McGuinn/Crosby) – 2:45

Personalmente creo que me toca desgranar el mejor disco de los Byrds y uno de los puntales de la música de los 60 en toda su extensión, ni folk-rock, ni pop, country-rock, ni ostias. Es un compendio de géneros elaborado con la delicadeza y la dedicación de un jodido artesano. No merece etiquetación, merece pleitesía. Disco que, por otra parte, no tuvo el reconocimiento (ni las ventas, nº 24 en las listas USA) que en su momento precisó tal joya. Estamos en 1967 y no se debe obviar la avalancha de LP’s de ese mágico año: Sgt. Pepper’s de los Beatles, el Surrealistic Pillow de los Jefferson Airplane, The Doorsde los Doors y el Are You Experienced de la Jimi Hendrix Experience.

Dicho esto, pongámonos en antecedentes: marcha de Clark un año antes, la banda se crece ante las adversidades: sin compositor principal asumen las riendas compositivas McGuinn y un sorprendente Hillman (el inseparable escudero de Gram Parsons). Hillman, ese músico afano y reservado desde el temprano suicidio de su padre, decidía al fin ofrecer temas propios más allá de arreglos a temas ajenos; un personaje tapado, que comenzó a apuntar en los Byrds lo que finalmente fue: uno de los arquitectos del country-rock. La irrupción de los californianos como cuarteto no apartó las disputas internas, sin embargo, sí sacó a relucir la capacidad compositiva de estos cuatro talentos: pinceladas de psicoledia a unos temas marcadamente pop, además del ya persistente folk americano y un incipiente aroma a los sonidos salvajes del Sur. Composiciones que vamos a desgranar a continuación:

1- El LP se inicia con “So You Wanna Be a Rock’n’Roll Star”, esa ácida crítica a los grupos de rock prefabricados desde la industria (¿The Monkees?), surgida después de diversas presiones discográficas a la banda sobre el rumbo que debían tomar. Con arreglos del trompetista sudafricano Hugh Masekela, que le da un aire único al tema, y los atronadores gritos pregrabados de los fans durante la gira británica de 1965 a modo de cierre, Hillman y McGhinn articulan uno de sus hits más legendarios. Versioneado, entre otros, por Tom Petty o Patti Smith.

2- Sin bajar un ápice el nivel, llega “Have You Seen Her Face”, otra temazo con unos deliciosas melodías pop, tanto instrumental como vocalmente, a cargo del emergente Hillman como compositor y primera voz. La escuchas una vez y es grande, a la segunda se hace enorme, pero con el paso de las escuchas te das cuenta de que es el producto tallado de un orfebre. Grande Hillman, me cago en tu puta calavera.

3- El tercer corte («C.T.A.-102«) sigue los derroteros pop del anterior tema, pero se desmarca por las inmersiones del mismo en el campo del naciente space-rock y de la fascinación de McGuinn por el campo de la astrología. El tema se trunca bruscamente para dar lugar a la disertación de dos aliens sobre aspectos para nosotros desconocidos. En realidad se trata de la conversación de dos personas con voz distorsionada y superponiéndolas a distintas velocidades.

4- Con “Renaissance Fair” aparece por primera vez Crosby a cargo del campo compositivo junto a los arreglos guitarreros y vocales de McGuinn. Destacar también el bajo de Hillman arropando toda la base rítmica del corte. Imágenes oníricas y plásticas para un una letra llena de lirismo.

5- Vuelve Hillman a la carga. “Time Between” es el primer tema escrito en exclusiva por el futuro burrito-brother. Personalmente es de mis temas favoritos: con el metraje justo, las melodías vocales sincronizadas a la perfección con los devaneos guitarreros y ese regusto country que aporta la nota de distinción a la cadencia pop que había tomado el album.

6- “Everybody’s Been Burned” es otro de los pilares de este disco. No creo que haya demasiados adjetivos para describirla: absorbente, enigmática, envolvente, relajante, atmosférica… Cualquier paliativo se queda corto. Es importante destacar este tema por dos circunstancias: es el último tema que Crosby compondrá en exclusiva para los Byrds y es un tema que definirá su estilo personal. La sonoridad es pura experimentación de lo que luego articulará en los fundamentales Crosby, Stills, Nash (and Young). Al parecer era un tema que David había escrito incluso antes de entrar a formar parte de los Byrds, a finales de los 50. En todo caso, la modulación vocal alcanza aquí la excelencia, en ocasiones parece hasta un registro femenino. Imprescindible.

7- La verdad es que es saltar de una obra maestra a otra. Bien, pasamos del folk-pop del anterior tema a la magnificencia de la influencia psicodélica en “Thoughts and Words”. Y es que Hillman no sólo se dedica al fomento y la exploración del country. Sino a otro tipo de exploraciones, a poder ser viajando a lomos del LSD. Podría ser un tema pop influenciado por la British Invasion, pero tanto la sonoridad psicodélica, como la forma de tocar la guitarra de McGhinn provocan que estos arreglos lo hagan único. En algunos pasajes del tema parece sonar un sitar, pero nada más lejos de la realidad: se trata de McGuinn haciendo sonar a su Rickenbaker de 12 cuerdas como el instrumento indio. ¿Cómo? Tocándola al revés.

8- El tema que firma Crosby, “Mind Gardens”, es el más discutido del disco. Se le ha acusado de barroquismo y de ser excesivo. Sin duda es un tema especial, tanto por la letra (no controlo demasiado inglés, pero al parecer juega con los símiles, giros léxicos y demás) como por la sonoridad (12 guitarras sonando a la vez en distintas sonoridades, algunas incluso estridentes). En su tiempo, como dijo el propio Crosby, no se entendió. Con la posibilidad y la tranquilidad de análisis que dan cuatro décadas de diferencia, a mí me parece un tema sensacional.

9- “My Back Pages” es la ‘obligada’ versión de Dylan. Fue una petición personal del manager Jim Dickson. No se trata de una deconstrucción del tema, sino que se mantiene la entidad original del mismo. Eso sí, tanto el juego de las guitarras como las melodías vocales dan otra dimensión a la canción.

10- Llegamos a la recta final del disco. Y llegamos también a otro de mis temas favoritos, por no decir el que más: “The Girl With No Name”. Comparativamente no llega a la altura de otros comentados anteriormente, pero esa forma de abordar el country que tiene Hillman es única. Y la chica sí tenía nombre, una mozuela por la que Hillman suspiraba: Girl Freiberg. Qué bonito.

11- Y como cierre tenemos a “Why”. Excepcional tema que se encontraba como cara-B del single “Eight Miles High”, justamente recuperado tras la insistencia de David Crosby y regrabado para la ocasión. Cuántos albumes habrán siquiera soñado con cerrar de una forma tan redonda. Percute en las fórmulas que hicieron únicos a los Byrds y marcaron su seña de identidad.

Sí señores, así se cierra un disco, pero no la historia de un grupo: tras el album vendrán más singles (“Lady Garden”), su aparición en la meca que supuso la irrupción del hippismo: el festival de Monterrey, la marcha de Crosby y otro excelente LP, “Notorius Byrds Brothers”, que cerraría la época dorada del grupo.

Culmen compositivo, inspiración plena y capacidad para sobreponerse a las adversidades. Younger Than Yesterday supone un punto de inflexión en su carrera y uno de los discos de la década.

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Fifth Dimension (1966)

Seguramente el disco con mayor carga psicodélica de los Byrds y sin duda uno de los discos claves de la década de los 60. Justo antes de grabarlo, Gene Clark abandona el grupo, oficialmente por el miedo a viajar en avión, oficiosamente por la lucha de egos que mantenía con McGuinn y Crosby. Aun así, varios de los temas en los que había participado antes de marcharse aparecen en el disco.

5D(Fifth dimension)que da título al disco, define a la perfección lo que es el sonido típico de los Byrds: impresionantes armonías vocales sobre un fondo de guitarras Rickenbacker de doces cuerdas. Aquí además hay al final un solo de guitarra magnífico y colabora tocando el órgano Van Dyke Parks, un habitual en los discos de los Beach Boys.
Wild mountain thyme es un tema tradicional de folk, también en el cancionero de Pete Seeger, que los Byrds llevan a su terreno con un arreglo orquestal que es de quitarse el sombrero.
Mr. Spaceman compuesta por McGuinn es una canción bastante accesible de aire country al que de nuevo le dan ese toque lisérgico tan característico (space-country lo bautizó algún crítico).
I see you está escrita a media entre McGuinn y Crosby y posiblemente sea mi favorita del disco. Una joya absoluta.
What’s happening? es otro temazo de Crosby que si no fuese por el sonido de las Rickenbacker recordaría bastante a lo que haría después en solitario o con C.S.N & Y.
I come and stand at every door es una canción basada en un poema antibélico de Nazim Hikmet que ya había sido versioneada por Pete Seeger(claramente en este disco Seeger es el autor de referencia como en los dos álbumes anteriores lo había sido Dylan).
Eight miles high es uno de los temas más influyentes de la historia del rock. La base fué compuesta por Clark, pero con las aportaciones fundamentales del resto de la banda: fenomenal la entrada con el bajo de Hillman al inicio, más la influencia en las guitarras de Crosby y McGuinn de las ragas hindúes(sobre todo Ravi Shankar, algo similar a lo que ocurría en los Beatles también por aquella época) y del jazz de Coltrane. La canción fué prohibida en algunas emisoras de radio por considerar que las referencias a las drogas eran demasiado evidentes.
Hey Joe y Captain Soul tal vez sean los puntos más flojos del disco, la primera una versión que se deja escuchar pero se queda muy lejos de la que haría Hendrix, y la segunda es un instrumental con aire de r&b que tampoco termina de convencer.
John Riley es la adaptación de una balada inglesa del siglo XVII (también en el repertorio de Seeger, aunque aquí a través de la versión que hizo Joan Baez) con la que vuelven a dar en el clavo: magníficas voces y unos arreglos de cuerda magistrales.
2-4-2 fox trot (The lear jet song)es la que cierra el disco, un tema curioso en el que McGuinn mezcla el sonido de un avión despegando con el ritmo machacón del fox trot.

Por cierto, los bonus que trae la reedición no tienen desperdicio. Why es un temón de Crosby que apareció como cara b del single y que sería después recuperado en el siguiente album. I know my rider(I know you rider) es una canción tradicional aunque venga firmada por Clark, Crosby y McGuinn, con una guitarra de aire oriental de este último sencillamente soberbia. Psychodrama city es otra de Crosby en la que la guitarra va dibujando imágenes sobre un riff repetitivo del bajo. Las tres siguientes son versiones primerizas y más crudas que las oficiales de Eight miles high, Why y John Riley , y que Columbia no quiso publicar por la política que tenían de no editar nada que no se hubiese grabado en sus estudios y con un productor de la casa. Como bonus secreto se incluye una entrevista con el grupo.

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Turn! Turn! Turn! (1965)

• Roger McGuinn, vocals, guitars
• Gene Clark, vocals, tambourine, harmonica
• David Crosby, vocals, guitars
• Chris Hillman, vocals, bass
• Michael Clarke, drums

1.- Turn! Turn! Turn! (To Everything There Is A Season)
(La Biblia: Eclesiastés 3: el momento oportuno)

Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol: un tiempo para nacer y un tiempo para morir, un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado; un tiempo para matar y un tiempo para curar, un tiempo para demoler y un tiempo para edificar; un tiempo para llorar y un tiempo para reír, un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar; un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas, un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse; un tiempo para buscar y un tiempo para perder, un tiempo para guardar y un tiempo para tirar; un tiempo para rasgar y un tiempo para coser, un tiempo para callar y un tiempo para hablar; un tiempo para amar y un tiempo para odiar, un tiempo de guerra y un tiempo de paz.

De estas palabras del Antiguo Testamento y dentro de los llamados Libros sapienciales, Pete Seeger crea esta canción: Turn! Turn! Turn! con cuya versión se abre el segundo disco de Byrds.

Tras dar la banda muchas vueltas con la búsqueda del single perfecto, se decide que sea este el tema y que de nombre al álbum. De hecho quienes adjudicaron para la producción en Columbia –Dickson y Melcher- no las tenían todas consigo y probaron de nuevo una cover de dylan –it´s all over now baby blue-, entre otras cosas porque dickson no lo tenía muy claro por lo beato de la canción.

Pero Melcher (hijo de Doris Day por cierto) se lleva el gato al agua y se selecciona como primer single del disco y tercero de la banda. 74 tomas se hicieron de esta canción, ahí es nada, hasta dar con lo que querían.

Número uno en USA en las navidades del 65 fue el resultado.

2.- It Won’t Be Wrong.

Deliciosa canción pop a cargo de McGuinn.

Este tema ya lo habían grabado antes, bajo el nombre de the Beeteaters, en la cara B del single que grabaron en 1964, y llamada “Don´t be long”. De clara influencia de las primeras bandas de la british invasión –nada más que hay que ver el nombre del grupo- y en concreto de los Beatles de a hard day night y la guitarra de Harrison.

3.- Set You Free This Time.

Primer tema de Clark del disco, quien lo canta y toca la harmónica, con influencias de dylan y reconocimiento del maestro que al parecer amaba este tema. Quizá la mejor canción del disco y el primer momento “country” que nos dan los byrds.

4.- Lay Down Your Weary Tune. 
Cover de Dylan, que por cierto, se quedó fuera de las grabaciones finales de The Times They Are A-Changin’.

5.- He Was a Friend of Mine.
Es Mc Guinn quién se encarga de dar forma a esta canción tradicional sobre la tristeza por la pérdida de un amigo. La canción ha sido grabada por números artistas: dylan, willie Nelson o incluso por mercury rev o catpower.
El amigo al que los byrds dedican la canción es John F. Keenedy.

6.- The World Turns All Around Her.
Segundo tema de Clark, con un tremendo trabajo de Rickenbackers de 12 cuerdas, y otra preciosa composición.

7.- Satisfied Mind.
Cover de un viejo tema country del 55, a cargo de Hayes y Rhodes, y de nuevo otra incursión en este terreno por partes de los byrds y en este caso a cargo de Hillman.

Esta canción muchos años después abriría el Saved de Bob Dylan.
Aunque mi versión favorita de la canción no podría ser otra que la de Johnny Cash.

8.- If You’re Gone. 
Tercer tema de Clark y tercera preciosidad., que marca quizá el camino hacia lo que será fifth dimensions.

9.- The Times They Are a-Changin’.
Nada que comentar que no sepáis de esta estupenda versión del impresionante tema de dylan.

10.- Wait and See.
Tema de Mc Guinn y Crosby. Precioso sonido de rickenbackers. Pop de 24 kilates.

11.- Oh! Susannah. 
Con esta versión del archiconocido tema de Foster, se cierra el disco. Si en el debut fue el tema de ingles dedicado a los soldados que partían ahora es esta canción de cuando la fiebre del oro. Hay que tomarlo con sentido del humor.

Ojo con los bonus que aparecieron en la reedición del disco.

Porque ahí aparece el the Day Walk (Never Before) de Clark que incomprensiblemente se quedó fuera de las grabaciones finales, cuando es un TEMAZO, una demo del the times they are a changin´ muy distinta y para mi superior a la que se incluye en el formato oficial y el it´s over now baby blue de Dylan que en principio iba a ser el single del disco y que también se quedó fuera.

Pues un disco quizá algo menos enorme que el debut, pero que no le anda nada lejos, sobre todo si tenemos en cuenta que se quedaron fuera maravillas sin más explicaciones que las guerras internas por las que ya atravesaba la banda, y que llevarían a la salida de Clark de la banda por su miedo a los aviones –versión oficial- o por envidias en el seno de la misma –versión no oficial-.

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