A finales de los 70 la buena estrella de Alice Cooper se estaba apagando. Los críticos le acusaban de haberse distanciado del rock crudo de sus orígenes y de sobreproducir los discos, sus fanes más acérrimos de haberse ‘vendido’ con su (por otro lado maravillosas) baladas, el punk y la música disco se llevaba de calle a la muchachada y encima su deterioro físico era evidente.

Todo ello explica que quisiera dar un giro radical a su carrera con Flush The Fashion, su primer disco de los 80. Adiós a las baladas, adiós a su imágen clásica adoptando un extraño ‘moño’ que oculta su melena (aunque en la gira Flush The Fashion Tour aún no lucía el new look) y adiós a las cuidadas producciones y a los planteamientos más teatrales. Alice se hace con el productor de The Cars en la época y decide buscar un sonido más fresco y crudo con toques de New Wave (¡glups!).

Lamentablemente hay algo que no cambia: su afición al morapio que sin duda afecta de forma notable al Alice de esta época, y que hace que cada nuevo trabajo se vuelva más imprevisible que el anterior (con lo bueno y malo que eso conlleva) hasta su definitiva rehabilitación a mediados de la década.

Aunque dentro de este mismo período creo que hay trabajos más interesantes que este, Flush The Fashion también tiene su interés e incluso alguna pequeña joya escondida. Talk Talk empieza poniendo las guitarras en primer plano sirviendo de perfecto puente entre el viejo Alice y la nueva etapa, aunque ya se notan el peso de la típica batería ochentera y de los teclados. Clones (We’re All) es sin duda la mejor canción ‘nuevaolera’ del disco y quizá fue lo más parecido a un ‘hit’ que tuvo Cooper en esta época. Una buena canción con gancho aunque fuera un shock para sus viejos seguidores.

Le sigue mi canción favorita del disco: Pain, un medio tiempo algo perturbador que tiene el aroma del mejor Alice, con introducción a piano y rubricado de manera efectiva con guitarra eléctrica en el estribillo. Lamentablemente le siguen dos piezas New Wave que suenan ciertamente desfasadas: Leather Boots y Aspirin Damage (aunque esta tiene cierta gracia y recuerda algo al Bowie de la era berlinesa).

La segunda parte empieza mucho mejor con las crudas Nuclear Grim, Grim Facts y Model Citizen (otra a la que le encuentro un aire Bowiesco) que, para mi gusto, piden a gritos una producción con mucho más ‘punch’ (malditos sintetizadores xD). Dance Yourself To Death sin embargo me parece un inexplicable intento de acercarse al sonido de los Stones que no va a ninguna parte. Cierra la correcta Headlines.

En definitiva, Flush The Fashion inaugura un giro estilístico hacia la etapa más extraña y oscura de Alice Cooper aunque, lo que son las cosas, en su época vendió más que sus inmediatos antecesores. Nos vemos en una semana las caras con Special Forces, un disco que no se apartaba del cambio de rumbo pero que, creo, tiene bastante más nervio gracias a una producción más acertada y, ejem, algo más rockera.

Temas destacados: Pain y Clones (We’re All).

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