Alice Cooper Goes To Hell, compuesto básicamente por Cooper, el productor Bob Ezrin y el guitarrista Dick Wagner se concibió como una continuación de Welcome To My Nightmare y tenía que ser el protagonista de una macro-gira espectacular. El disco, como digo, no tuvo mala recepción e incluso I Never Cry podría considerarse un hit, pero los problemas de salud y alcohol de Alice empezaron a pasarle factura y tuvo que posponer el proyecto en favor de una cura de desintoxicación.
Una lástima porque el disco, especialmente en su primera mitad, tiene bastante miga. Empieza con un clásico indiscutible como es Go To Hell, una canción que no es fija en las giras de Cooper, pero sí habitual. Una estupenda canción rockera llena de imagenería infernal con cachondas letras marca de la casa (¡entre los innumerables actos pecaminosos que llevan a Alice al infierno se incluye darle de comer dulces a u diabético!).
El álbum continúa con You Gotta Dance, un curioso tema que hay que entenderlo dentro del contexto del concepto ‘teatral’ de la obra ya que tiene un toque de música ‘disco’ ya que, sí… ¡el infierno para Alice es una discoteca!
Más desconcertante resulta aún I’m The Coolest, en el que Alice interpreta con una gravísima voz (¿Lucifer?) una canción que no desentonaría en un disco de los Fun Lovin’ Criminals. Aunque hay que reconocerle que estos experimentos con música negroide se le dan mejor que a otros (y no miro a cantantes pelirrojos con trenzas xD ).
A continuación sigue la que, para mi, es la joya escondida del disco: Didn’t We Meet. Curiosamente en esta canción Alice deja un poco de lado a su personaje interpretando la que puede ser la canción más bella que haya interpretado nunca (y en la que habla básicamente de una mujer que le parece haber conocido en sus sueños). Brillante y conmovedora.
Ese strip-tease emocional casi inédito en Alice continúa en I Never Cry, balada en la estela de Only Women Bleed pero con una letra que habla de un infierno muy real: el de su incipiente alcoholismo.
Sometimes I Drink More Than I Need
Until The TV Is Dead And Gone
I May Be Lonely
But I’m Never Alone
El resto del disco incide en los sonidos ‘oldies’ (Give The Kid A Break y la versión de I’m Always Chasing Rainbows), una balada que parece escapada de Welcome To My Nightmare (Wake Me Gently), esporádicos toques de hard rock marca de la casa (la contundente Guilty y Wish You Were Here, esta con algún toque bailongo setentero), y por supuesto el grandilocuente final de función (Going Home).
En resumen: un disco muy interesante y consistente de Alice, que hubiera dado pie a un espectáculo seguramente muy divertido, al que quizá le falte algo de mordiente rockera, pero que aún tiene destellos de genialidad en muchas de sus canciones.
Canciones Recomendadas: Go To Hell, Didn’t We Meet, I Never Cry.